¿Es realmente necesario tener una página web para tu empresa?
La respuesta es contundente: sí.
La respuesta no admite medias tintas. Estamos viviendo un momento histórico fuertemente marcado por la presencia de internet en nuestras vidas: ordenadores, tablets, móviles, relojes, coches… estamos conectados a la red casi a cada paso que damos. Entonces, si lo utilizamos para todo, no podemos dejar a nuestro negocio fuera.
Una página web te ayudará a captar clientes, hará que te encuentren, que te llamen o que te manden un email. Sea como sea, será una forma de decirles a estos potenciales clientes, que miran el móvil para ver dónde está todo, que tu negocio también existe y que ofreces unos productos o servicios.
Desde una floristería hasta una fábrica de tornillos. Todos tienen un potencial cliente que va a demandar de estos servicios y por ello debemos aparecer.
¿Pero todo vale por tener una página web?
La respuesta es igual de contundente: no.
A estas alturas de la tecnología todos conocemos a alguien que «sabe» hacerte una web y que por 3 pesetas y sin IVA te lo apaña. Pero una página web representa mucha cosas y a menudo utilizo este ejemplo con mis clientes:
Si yo entro a una asesoría para contratar unos servicios y me encuentro con el cristal de la entrada sucio, manchas en el suelo y papeles tirados… es probable que no contrate esos servicios. Y al final, yo no les voy a contratar como servicio de limpieza, pero si no cuidan su casa me resulta difícil pensar que cuiden la mía.
La web, que te hace tu conocido, es muy probable que no tenga en cuenta la Experiencia de Usuario, que no se preocupe lo más mínimo del SEO, que no sepa muy bien cómo corregir un fallo o un cambio, etc.
Esos «fallos», esas «manchas en los cristales y el suelo» que te encuentras nada más entrar los conocemos los profesionales pero también los usuarios. Vivimos o trabajamos en la red, vemos páginas web de continuo y sabemos distinguir un papel tirado en el suelo de nuestra casa.
¿Cómo elegir a una empresa de diseño web?
Se pueden utilizar mil fórmulas pero nosotros recomendamos principalmente tres:
- ¿Lo has encontrado en Google? Si la respuesta es sí es que saben trabajar su posicionamiento SEO y a ti te interesa que eso sea así.
- ¿Te gusta lo que ves? Todos tenemos nuestro estilo, aunque nos adaptemos a necesidades y gustos de nuestros clientes. Casi todos tenemos un portfolio. Analízalo y si te gusta adelante.
- Busca opiniones. Tanto en RRSS como en fichas de Google o Facebook… pregunta a sus clientes. Infórmate.
Y ahora que ya sabes todo esto… ¿quieres que hablemos?
